domingo, 2 de septiembre de 2012

Confianza

Confianza...
Qué es la confianza? Es una palabra. Pero que significa esa palabra? Según la Real Academia Española, es:
  1. Esperanza firme que se tiene de alguien o algo.
  2. Seguridad que alguien tiene en sí mismo.
  3. Presunción y vana opinión de sí mismo.
  4. Ánimo, aliento, vigor para obrar. 
Si, es todo eso que acaban de leer... Pero creo que la palabra confianza conlleva muchas otras cosas ocultas entre líneas, que no se pueden aprender de una simple definición de diccionario, sino que se adquieren con el paso de ese libro con muchas páginas, llamada vida. 
Cuando uno es un niño, confía a ciegas en toda persona que se le cruce por el camino. En mamá,  papá, los hermanos, la abuela, la maestra de jardín, los amiguitos del barrio. Todos y cada uno de ellos para ese niño son buenos, inofensivos, no hacen daño, no lastiman. La vida de un niño es la mejor etapa de todas, ya que no se cuestionan demasiado las cosas, no cuestionan ni prejuzgan a los demás, sino que solo viven, aman, juegan, sienten, rien. 
La vida pasa... Las personas también. Si uno es una buena persona, suele confiar en el otro, suele poner las manos en el fuego por el otro, hasta que ese otro comienza a fallar. La confianza, mientras más años cumplimos, más tiempo tarda en lograrse. No es fácil brindarse por completo, confiar, abrir el corazón a un amigo, a una persona, hasta que no se logra esa difícil meta llamada confianza. Una vez que se llega a ella, uno siente que puede ser tal como es con el otro. 
Ahora, muchas veces las personalidades engañan... O mienten, o se equivocan. Si se equivocan, piden perdón, para salvar parte de la confianza lograda. El problema es cuando eso no pasa, y quien vos creías que era tu amigo, tu otra mitad, tu familia, te falla, pero te falla de tal manera que hiere tu corazón. Una persona suele tener paciencia, que no todas lo logran, porque la paciencia es una virtud, y puede soportar muchas cosas y más cuando quiere a una persona, sea mamá, papá, tu pareja, o tu mejor amigo... Pero hay un límite, y ese límite se siente en el corazón como pequeños vidrios quebrados y tirados en un suelo frío... Y ahí, ahí qué pasa con la confianza? Esa confianza que era la esperanza firme que se tiene de alguien o algo? Desaparece... Si, desaparece. Lo que tarda tiempo en lograrse, desaparece en segundos, y es tan difícil de volver a lograrla. Piensen, esos trozos de vidrios esparcidos por el suelo (imagínense un espejo, que se deja caer sobre un piso de cemento, y se rompe en muchos pedacitos, como estoy haciendo yo en este momento), se pueden volver a unir? Si, se puede, pegándolos con mucha delicadeza, tiempo y paciencia con pegamento. Pero el vidrio queda totalmente sano? No, porque las líneas que diferencian cada pedazo partido en el suelo siguen a la vista... Lo mismo pasa con la confianza. Cuando alguien te lastima, te quiebra, esa persona puede volverla a unir con mucha paciencia, de a poco, con ese pegamento llamado perdón... Pero va a llevar tiempo, bastante tiempo, en ir borrando esas marcas que dividen cada pedacito de tu ser que fue roto. 
La confianza es una de las cosas más difíciles de mantener, eso se los puedo asegurar. Gracias a los errores se pierden personas, amigos, parejas... Pero una buena persona no es aquella que nace perfecta, porque no existe la perfección, sino que es aquella que aprende de esos errores cometidos, y no los vuelve a cometer. De esa manera uno borra de a poco las marcas del dolor. 
Ojalá pidas perdón, y trates de curar la confianza perdida, que perdida está, y que ya no va a volver a ser igual, pero peor es el rencor.