Creí en los amaneceres,
Especialmente en uno particular.
El sol había asomado
En mi vida, de par en par.
Tal vez la luz me obnubiló
Por ese brillo trascendental,
Y así mis ojos encandiló
con esa claridad de cristal.
Iluminó mi corazón,
Comenzó mi tarde a brillar,
La primavera floreció,
Colorida mi fragilidad.
Pero llegó el anochecer
De repente, sin darme cuenta,
Y todo empezó a oscurecer,
Y ese brillo pegó la vuelta.
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