lunes, 29 de abril de 2013

Meses

Es increíble el tiempo que pasó desde que actualicé este blog... La inspiración llega por momentos, momentos en los que las palabras salen solas y momentos en los que se te caduca el cerebro de tal manera que te cuesta unir una palabra con otra... Me acaba de pasar... Sigo.
Creo que en estos cuatro meses que no vengo escribiendo pasaron muchas cosas, bastante juntitas, bah eso suele pasar siempre. Pero creo que ese "muchas cosas" tiene una connotación diferente en este momento. Algunas fueron malas, como siempre me venía pasando, pero algunas buenas, a las cuales no estaba tan acostumbrada y por ende me sorprenden un poquito más de lo debido, tal vez.
Tuve grandes cambios, cambios necesarios para poder continuar con mi vida de una manera mucho más llevadera, cambios que pensé que iban a tardar en llegar un poco más... Pero que me alivianaron el cuerpo, de eso no tengo dudas. 
Actualmente, dentro mio tengo un mar de dudas, con respecto a todo, pero mucho más con respecto a mi misma. Creo que esto nos pasa a todos, más a los 22 recién cumplidos, y más cuando hay decisiones de por medio, cuestiones que se te presentan en tu camino y decís "apa, esto no me lo esperaba", situaciones nunca antes vividas que te dan el terror de Chernobyl básicamente... Es simple: lo nuevo da miedo. 
A veces me pongo firme y digo "me voy a dejar de joder, voy a ser feliz", pero otras veces aparecen esos fantasmas que te cortan todo tipo de optimismo por la vida, y te das cuenta que volves a retroceder esos cinco casilleros que habías avanzado con todo el esfuerzo del mundo. Creo que uno se boicotea, boicotea su felicidad, o algo así, sino no se como llamarlo, como denominarlo... Habría que empezar a disfrutar las oportunidades que te da la vida, porque cada cosa que pasa, pasa por algo, y si pasó o no pasó, es por algo, y si ahora estoy parada en el lugar que estoy, con las situaciones en las que estoy, es por algo... Y tendría que disponerme a disfrutar mas, a sentir más, y pensar menos. Pero el cerebro no te da rienda suelta, y no te va a hacer el camino tan fácil, especialmente cuando todavía quedan unos asuntos pendientes por resolver, que quedaron colgados en el aire sin un final, porque créanme, para ser feliz, las piedras que entorpecen la puerta a tu felicidad merecen un final, quedar atrás, como un recuerdo. Y el cerebro piensa, y piensa y piensa... No se quien fue el que se le ocurrió esto de PENSAR, pero bueno, el ser humano piensa...Y repito tantas veces la palabra piensa porque así está mi cerebro, pensando a más no poder.
Espero poder dejar de pensar y dignarme a disfrutar. Lo bueno que me pasó hasta ahora lo veo, lo valoro, lo agradezco y lo siento en mi cuerpo, y en mis emociones... Pero tengo ganas de dejar esas piedras de lado, y seguir. Para ser feliz, uno tiene que decidirse a serlo, porque quien más impide eso es uno mismo, no los demás. Quiero que las cosas vayan por el buen camino de una vez por todas, y lo mejor de todo, es que están yendo por el buen camino, lo noto, lo se, lo veo... Hay que dejar un par de cosas atrás, en primer lugar; hay que empezar a derribar ese muro llamado miedo, en segundo lugar; y hay que empezar a darle lugar a ser feliz, como último y más importante de todos.
Se que lo voy a lograr, tengo las armas (yo misma y los que me quieren de verdad) para hacerlo.
Se siente el cambio, hay que dejarle lugar. Hay que dejarse de joder... El centro llegó, hay que parar la pelota y meter el gol de una buena vez.

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