martes, 23 de julio de 2013

Abue

Ya era hora… En mi mente sabía que iba a llegar este momento pero a su vez no lo esperaba tan rápido. Una de las personitas más especiales en mi vida se fue este lunes. Sinceramente, todavía no caigo del todo, porque pienso que ahora que estoy de vacaciones te voy a pasar a visitar más seguido por casa, para ver como andas. Cuando estabas internada, todos me decían, si, se va a poner bien, va a salir, pero adentro mío había algo que me decía que todo esto que estaba pasando era una excusa tuya para poder irte en paz, porque sé que lo necesitabas, y mi interior tenía mucha razón.

Que puedo decirte, fuiste la persona que me cuidó, malcrió, mimó desde que nací, cuando te venías a casa a cuidarme todo el día y me llenabas de Serenitos la heladera, o cuando me ibas a buscar al colegio y pasábamos por el kiosco y me comprabas 20 paquetes de figuritas de Sailor Moon, o cuando me dabas plata a escondidas “para que no se entere tu mamá” como si estuviésemos narcotraficando, o cuando me esperabas con la comida cuando llegaba del colegio y te pasaba a visitar y si yo te pedía papas fritas, vos me hacías papas fritas, cuando te enseñé a leer y escribir y gracias a eso podías escribir un poco, cuando me hiciste el traje de Sailor Moon para mis 6 años… Muchas cosas, demasiadas vividas.


Los últimos años fueron jodidos, porque se dieron vuelta los roles: me tocó cuidarte a mí. Y creo haberlo hecho, desde mi lugar, lo mejor que pude, y yo creo que, en tu inconsciencia y en el no saber quién era, sabías que te daba todo el amor que podía. Espero haberlo logrado, hice lo mejor que pude. Algo que no me voy a olvidar nunca nunca nunca es que la última persona que recordaste antes de que te olvides de absolutamente de todo, fue de mí, porque siempre te confundías de quienes eran todos, pero cuando te preguntaban por mi decías: “Ah, ella? Si, tu hija, y se llama Ayelén”. Ah, y otra de las cosas que no se te olvidaba decirme a mi hasta la semana pasada era: “no comiste nada, come, come tranquila, pero come, agarrate lo que quieras”.


En un poco más de un año se fueron las personas más cercanas, y esta semana te tocó a vos… Cuando me enteré, sentí una tristeza enorme, pero a su vez una tranquilidad interna porque sabía que era lo que necesitabas, tenías y merecías descansar de una vez por todas. La cuidaste a mi vieja toda una vida, me cuidaste a mí, te cuidamos a vos, y era momento de descansar.


Te amo, siempre te voy a amar, te voy a extrañar mucho, es más ya te extraño, y siempre te voy a recordar yendo a comprar al chino y viniendo con mucha comida en las bolsas, o cuando te reías por cualquier cosa, o cuando te ponías a cantar Ue Paisano, y esas cosas que quedan grabadas siempre, que son muchas, pero que ahora siento un bloqueo en mi mente que me deja escribir poco. No pude ir a despedirte en donde lo hace usualmente la gente que despide a alguien que se va, pero la verdad, quise quedarme con la última imagen tuya que tenía. 


Abue, siempre siempre te voy a recordar, y quiero que desde allá arriba la cuides a mi mamá y me cuides a mí, que se que lo vas a hacer. Te amo, y ya nos volveremos a ver. Y quedate tranquila, que yo estoy acá para cuidar a quienes vos amabas.




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