viernes, 20 de diciembre de 2013

Tiempo

Creo que dejé pasar varios meses más desde que escribí sobre "mi estado amoroso actual", tema que fue el hincapié para arrancar este blog. Y como ya estamos prácticamente a un pie de pasar a un nuevo año, me gustaría, antes de hacer un cierre de todas las cosas buenas y malas que pasaron en este 2013, detenerme el ese tema que dije antes fue el que inició esta locura de escribir lo que uno siente.
Gente, me puse de novia. Sisi, así como lo están leyendo. Hasta a mí me costó creerlo, porque, les voy a ser sincera, tenía el leve presentimiento de que, como soy muy complicada, jodida, ariana, y todas esas cualidades chotas de mujer histericona, me iba a quedar soltera foverer. Pero no, la vida me dio una sorpresa...
Apareció alguien que ya estaba en mi vida, que ya conocía bien, pero que nunca me animé a dar un paso más. Esa persona la remó para estar conmigo, y fueron dos años en los que ambos sabemos que cometimos nuestros errores, pero a pesar de ello, supimos perdonarnos. Y creo que en nosotros vimos algo más, era algo que no nos dejaba separarnos del todo, o por lo menos, eso es lo que me pasaba a mí. Él siempre fue mi amigo, y, sinceramente, en mi cabeza quería tenerlo para toda la vida, no quería perderlo nunca, porque para mi siempre fue una de las personas más importantes en mi vida. Y yo tenía ese miedo de que, al ponerme en una relación con alguien, ese "y vivieron felices por siempre" que los cuentos y las películas de Disney te pintan con princesitas vestidas de cristal y príncipes en caballo blanco a uno, en la realidad, no le pasaba, porque el "para siempre" no existe. Esa era una de las piedras que a mí me impedían elegir a alguien que realmente me quisiera, me valorara, y merezca, y terminaba queriendo a hombres que, o no me querían, o les chupaba un huevo, etc, etc, y yo sufría como una condenada tipo novela venezolana un sábado por la noche mirando películas romanticas al estilo "Simplemente No Te Quiere" comiendo helado con barritas de chocolae Águila. No significa que de vez en cuando no siga haciendo eso, pero no es por el motivo por el cual lo hacía.
Y llegó él... La persona que nadie imaginaba que podía llegar a estar pero a la vez todos querían que esté con él. Siempre estuvo ahí, presente, en las buenas y en las malas, pasamos momentos de mierda, distanciados, y momentos juntos, pero creo que todo fue necesario más que nada, por mi, para que yo pudiera vivir mis desamores, acomodara mis ideas, empezara a valorarme un poco más, y viera la clase de persona que estaba remando por mi amor. Por mi, así tal cual soy.
Y es el día de hoy que superé mi record de estar más de 6 meses de novia y casi 9 meses saliendo así a escondidillas... Aunque hace dos años y medio que esta historia se empezó a escribir. Y lo único que puedo decir es lo siguiente: gracias a Dios que tomé la desición que tomé. Yo creo que pasó el tiempo necesario para que todo se acomode, y todo empiece a fluir con verdad y con sentimientos reales. Todo lo vivido fue experiencia para empezar con más fuerza todo esto.
Yo ya lo conozco, de mucho tiempo, ya se como es, de pies a cabeza, y nuestra relación siento y creo que es la más sana de todas: porque nos peleamos como si fuésemos hermanos, jugamos como si fuésemos dos nenes, charlamos como los dos mejores amigos que siempre fuimos, y nos amamos como novios que somos. Si, dije amamos. Otra de las cosas a las que le tenía miedo: amar a alguien. Para eso también me di mi tiempo, porque el se merecía sinceridad, y cuando lo sentí lo dije, y hoy no me da miedo a decirlo: lo amo. Y lo amo porque me demostró lo que es, lo buena persona que es, lo honesto, lo sincero, lo que la remó por mi, lo que me quiere, lo que haría por mí, cómo me cuida cada vez que lo necesito y cada vez que no, la atención que me presta, cuando me escucha, sea algo importante o sea una boludez atómica, para él es importante igual, cada cosita que hace por mí, lo lindo que él es, por fuera y por dentro, todas estas cosas hicieron que me de cuenta que yo merezco a alguien como él, y él merece a alguien como yo, somos dos buenas personas aprendiendo en el camino de la vida. Por eso, es que estoy escribiendo esto, porque se merece que lo plasme acá, como cada cosita que fue pasando en mi vida.
Junto a mis viejos y mis mejores amigos, él se convirtió en mi sostén, en la persona que me ayuda y me da fuerzas para seguir adelante, en la persona que me da un cariño increíble, en la persona a la cual no me da vergüenza ni miedo de mostrarme tal cual soy, con mis virtudes y mis defectos. Y así es como a él lo quiero: con sus virtudes y sus defectos. Puedo decir que alguien más en mi vida se agregó a la pequeña lista de personas importantes por las cuales estoy acá, en este mundo, y que esa persona, día a día, me ayuda a verme y valorarme a mi misma, a su tiempo y espacio. Puedo decir que lo amo? Si, hoy lo puedo decir, y estoy orgullosa de eso.
En este escrito repetí mucho la palabra "siempre"... Hoy, no se si todo esto que está pasando va a durar para siempre, porque las vueltas de la vida son tan complicadas que uno no sabe que puede pasar a la media hora, pero lo que si se, y es por eso que estoy viviendo lo que estoy viviendo, es que no importa que puede llegar a pasar el día de mañana y que puede suceder si y bla bla bla, sino que importa el hoy, el día a día, el vivir el presente, y ser feliz hoy, con la persona que la vida nos puso adelante, porque, yo se que a él la vida me lo presentó porque merecía alguien como él, único.
Gracias por cada momento, juntos a la par.

2 comentarios:

  1. Un día es lo único que necesitas para ser feliz, 24 horas pensando o tener presente a alguien que te quiera como eres, que te valore como pareja y te de tú lugar como mujer; un día a la vez. Felicidades por dar el paso, por perdonar el pasado y seguir con tu vida, felicidades por entender que para ser alguien con el alma contenta, no tienes que estar enamorada, sino amar a alguien, entender que no existe la pareja perfecta, sino el amor imperfecto, aquel que te obliga a superarte, a ser mejor cada día, porque vale la pena!!! Deseo que tu corazón jamás deje esta dicha que vives y que sean ampliamente felices. Un gran abrazo amiga y un gran reconocimiento al hombre que logró darte la dicha que necesitabas. MIS RESPETOS!

    Helder

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